El pasado año este medio
alertaba sobre la frecuencia con que se han registrado fugas del Centro
Correccional y de Rehabilitación San Felipe, desde el año 2007 hasta la fecha,
en algunos casos con fugas subrepticias, otras con enfrentamientos a tiros y
varias a plena luz del día.
Al menos 18 reclusos han
logrado burlar la vigilancia y escapar de este recinto en los últimos nueve años,
de acuerdo con la información que Último Diario ha podido recopilar a través de
las publicaciones que aparecen en el internet.
¿Qué pasa con este centro
con estas fugas en diferentes administraciones? ¿Ese número de fugas guarda
relación con lo que ocurre en otros centros del país? ¿Está funcionando verdaderamente
el nuevo modelo penitenciario? ¿Las fugas en las cárceles normales se dan con
igual frecuencia?
Estas y otras
interrogantes deben ser respondidas por las autoridades, por la Dirección
General de Prisiones y por la Procuraduría General de la República.
El número de fugas y la
cantidad de reclusos escapados debería alarmar a una sociedad que ha confiado en
el nuevo modelo penitenciario, que aspira a cárceles que ayuden verdaderamente
a reformar a muchas de estas personas, pero que aspira también a que no sea tan
fácil escapar de ellas.
Prestemos atención a la
situación del Centro Correccional y de Rehabilitación San Felipe.
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