Santiago.- El Centro de Desarrollo de Empresas Familiares, CDEF, de la Asociación de Industriales de la Región Norte, AIREN ha logrado que sus programas lleguen a 172 empresas de la región, sensibilizando a 3,880 personas.
Así lo expresó Carolina Feliz directora ejecutiva de AIREN, quien destacó además que el programa se ha implementado en 13 provincias, con énfasis en Santiago y en las demás provincias de la región.
El programa contó con el respaldo inicial del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, a través de un programa FOMIN, así como del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional, INFOTEP, del Banco de Reservas, y de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra que han contribuido a los programas de formación que se han llevado a cabo.
Declaró que el programa ha permitido a la preservación de al menos 6,641 empleos, que es el total de empleos de las empresas impactadas, sin contar con los empleos que puedan haber creado esas empresas a partir del mismo.
Feliz emitió sus consideraciones en la introducción del Seminario Internacional: en el que participaron los expertos en gestión y consultoría empresarial: Raúl Serebrenick (Colombia) fundador y Presidente de FCWPC internacional y Director de ABA LATAM; Ramón Fontanilles (España) responsable de la expansión internacional del grupo IGMASA y experto en estructuras internacionales y fiscalidad; y Raymundo Haché (Rep.Dom.) socio director de RJ Haché y Asociados.
En el marco del encuentro Juan Ventura vicepresidente de AIREN destacó el rol del CDEF como una institución de servicio orientada a promover la permanencia en el tiempo de las empresas familiares un ron en el que la Asociación de Industriales de la Región Norte ha sido pionera en el país.
Raúl Sebrenik destacó la importancia de preservar las empresas familiares en el tiempo indicando que con frecuencia en estas el patrimonio se diluye si la empresa no crece al mismo ritmo de la familia a pesar de mantenerse unificado.
Dijo que el mantenimiento de las empresas familiares se ve afectado por la falta de compromiso de las siguientes generaciones con el legado familiar y por la ausencia de planificación estratégica, sucesoral, al tiempo de indicar que la preservación del patrimonio y del legado familiar son la mejor disculpa para mantener la familia unida.
Por su parte Ramón Fontanilles, dijo que para garantizar la continuidad de la empresa la familia necesita entender su propia familia, su propio negocio, tener un conocimiento profundo de su familia y de su estructura patrimonial así como definir cuales son sus metas, tener claridad de cuales son sus valores y fortalezas, para poder transmitirlos en una buena estrategia familiar patrimonial.
El abogado Raymundo Haché por su parte destacó la importancia de tener en cuenta, en el caso dominicano, las particularidades de la legislación del país, en materia de sucesiones, ya que en el caso del país las reglas tienen un carácter de orden público en materia de lo que corresponde a los hijos y a la proporción que la persona puede donar de acuerdo al número de herederos.